Un día para festejar con Blanca Miosi

 

Cualquier aniversario de la fecha del nacimiento de un escritor debería ser un día de fiesta. Hoy los seguidores de Blanca Miosi estamos de fiesta. Nos congratulamos de haberla descubierto cada cual a su manera, cada uno con sus posibles, pero todos contentos de habernos cruzado con sus publicaciones en el camino.

Festejo el día que su simpática faz atiró mi atención en el face llevándome a compartir la ubicuidad de sus postes, descubrir la lucidez de sus blogs y leer sus libros en Amazon. Animándome a seguirla casi incondicionalmente.

Por eso he elegido hoy, el día de su cumpleaños, para publicar unas breves líneas sobre LA BÚSQUEDA, una novela construida con las vivencias personales de su marido. La rememoración material de sus imborrables recuerdos convergentes en esta cadena de hechos que llamamos vida. Es una novela con un argumento envolvente, y fundamentalmente cargada de sentimiento, el sentimiento compartido de alguien a quien amas profundamente. 

Este sentir parece haber movido los dedos de la escritora a la velocidad del rayo, y eso es algo que el lector lo percibe línea a línea en cada uno de los párrafos de la obra, retrotrayéndole al momento histórico en que se desenvuelve la acción e involucrándole con las circunstancias vividas por el protagonista. Y en mi sincera opinión se impone contundentemente a la forma literaria convirtiéndose en el alma central de LA BÚSQUEDA.
Con mis mejores deseos. ¡Pasa un feliz día Blanca y que se realicen tus deseos! Y todos aquellos que deseéis hacerle un regalo aprovechar para comprar su libro en este enlace.
 

 

 

Polvo de Grey

Existen muchas clases de polvos en esta ensalada de acontecimientos llamada existencia. Tantos como platos servidos en sus banquetes. Hay un Polvo de Estrellas del que dicen provienen todas las formas integrantes del Sistema Solar, incluidos los humanos.

¿Quién no lleva Polvo del Camino encima? Pese al empeño de la nanotecnología evitando su formación, a todos se nos ha atragantado algún polvo, y desdichado quién no tuvo ocasión probándolo.

También se habla del Polvo de Biblioteca como instrumento de medición. En esta línea John Steinbeck sostiene que el grosor del polvo sobre los libros de una biblioteca pública mide la cultura de un pueblo. Por desgracia el autor de Al Este del Edén falleció antes de conocer las bibliotecas electrónicas.

Y por último, antes de ocuparnos del polvo ocasionante del titular, nos referiremos al Polvo Inteligente usado como definición de las redes inalámbricas de minúsculos sensores utilizados con fines militares o civiles, para detectar movimientos o supervisar cambios ambientales. A título de mención baste decir que las redes de polvo inteligente pueden invadir nuestra vida alarmadamente. 

No estaríamos sacando a la luz el Polvo de Grey, sin ocasión de la fama, discutida o no pero evidente, alcanzada por el best seller CINCUENTA SOMBRAS DE GREY de la escritora británica Erika Leonard. Es innegable que la obra cuenta con las exigencias habidas y por haber para pulverizar todos los récords sin necesitar ayuda de ningún comentario marginal distinto de los efectuados por la propia autora calificándola «con mayúsculas» como su «crisis de mediana edad» aglutinante de sus «fantasías en ese país». ¡Chapeau Erika! Situarse encima del bien y del mal es uno de los peligros inherentes al éxito más comunes.  

Pero el Polvo de Grey además entraña riesgos peores como quedar enganchado en una de esas misteriosas redes inteligentes, sin poder elimarlo después de abandonar el camino ni desempolvando las cubiertas de un libro cuando nuestra forma ha mutado.

                                              

¿Hay vida más allá de la Red?

 

Cuando vives fuera del mundo virtual no cuestionas la existencia de fronteras con el mundo tangible, solo cuando caes atrapado en la red de redes empiezan las preguntas y surgen dudas sobre las respuestas. ¿Merece la pena?  

Con los ojos cerrados deberíamos responder afirmativamente: Claro que merece la pena. Sin embargo conviene tener presente cuáles son los confines delimitativos de ambos mundos armonizando su coexistencia. A tal efecto nada tan recurrente como la etimología de las palabras contribuye mejor facilitándonos el esfuerzo. 

Los romanos decían que la voluntad férrea de realizar algo aunque no se lograra, era en sí misma constitutiva del virtus. De este término latino proviene el adjetivo virtual, si bien hoy en día, primando la acepción derivada de la óptica geométrica, se equipara antes con lo aparente que con lo real. Enfatizando la dualidad de las vivencias derivadas precisamente de cada mundo (virtual/tangible) hasta el punto de constituir dos realidades surgidas en paralelo. ¿Pero hasta que punto una realidad toma fundamento en la otra? 

Es inconcebible un mundo virtual surgido de la nada, por ello podemos afirmar que toma su fundamento del mundo tangible. Ahora bien como Aristóteles nos enseñaba, «la virtud es el justo medio entre dos defectos», y más recientemente la física moderna cuando formula el principio de las fuerzas virtuales pone énfasis sobre una magnitud condicionante del mundo tangible inexistente en el virtual: el tiempo. Es decir, en el mundo tangible nada acontece sin el transcurso del tiempo.

Con un simple experimento podemos comprender como se produce la intersección entre las vivencias. Colocamos una video cámara mientras nos afeitamos/depilamos contemplando nuestra imagen en el espejo del baño, si todo transcurre con normalidad la paz reinará entre los mundos y la imagen registrada coincidirá con la reflejada. En cambio si cometemos un error y nos cortamos, el mundo tangible no nos permite manipular la filmación retrocediendo en el tiempo eliminando la secuencia del corte.

Cuando pasamos la mayor parte de nuestro tiempo escribiendo, o promocionando nuestras publicaciones digitales, corremos el riesgo de olvidarnos de vivir sin considerar los impedimentos de rectificar efectuando una analepsis (escena retrospectiva, flashback en inglés) de nuestra vida.

 

 

Prólogo del Autor

C

on la perseverancia de los virgo buscaba una historia que contar y una excusa para escribir, casi tanto como poseer una de esas verdades transmitidas desde el génesis. Investido de ventura creí encontrarla, y ayudándome de audacia pude desentrañarla.

A

sí las cosas, como resultado de la imaginación, este es un relato plagado de misterios, también de secretos impropiamente confiscados por los hombres, y que confío desvelar no sólo deleitando a las mujeres sino también cincelándome su privilegio.

V

aliéndome como justo premio observar plácidamente la belleza de sus descuidos antes que los malentendidos o la negligencia nos los hurten.

E

n la vida es frecuente encontrar muchas variables y no pocas constantes. ¿Cómo reaccionaríamos si sorpresivamente descubrimos un juego definitivo capaz de divulgar el conocimiento total? Esto pudo pasarme cuando averigüé que jugando con mis fantasmas descifraba su entelequia.

D

oy gracias a quiénes corresponde el mérito de haberme presentando los grandes pensadores de la Humanidad, desatendiendo su filiación, son muchos y no dispondría aquí de espacio glosando la cita.

E

s también virtud de la Fortuna, ampulosa y griega ella, hacerme conocer aquellos textos míticos y autores proscritos, que me confirmaban estar involucrado hasta la médula en distintas tramas, perseguido por el hechizo y condenado a contarlo.

U

na verdad como el Templo de Salomón, créanme, es haber escrito la mayor parte de esta novela desconociendo su interrelación con las referencias hechas sobre cánones mitológicos, teológicos, científicos o esotéricos, y su encriptado enlace con el argumento. Las cosas pasan muy a nuestro pesar, sin embargo la inconformidad de nuestra especie además nos hará inventar una manera de cambiar el Destino.

V

ivimos arriesgándonos morir en cualquier instante. Qué ocurriría si finalizara el tiempo recibido sin realizar los sueños de adolescentes. Lamentablemente nuestro pensamiento vive recluido en un continente infesto de contrarios, repleto de contradicciones. Enfrentándonos con un entorno hostil la mayor parte de veces.

I

nvariablemente todos son opuestos o complementarios, pero la elección de un opuesto, indefectiblemente conlleva satisfacer algún emolumento.

D

esgraciadamente el precio pagado por la independencia no sólo es demasiado, sino muchas veces consiste en el aislamiento personal, profesional, o social.

E

n definitiva, los lectores con pretensión de ocupar sus horas sin estrujarse las sienes podrán perseguir la Trama Onanista. En cambio, aquellos amantes de las artes ocultas y el sectarismo encontrarán una Trama Dionisiaca cargada de mensajes descifrables. Por último, la Trama Existencial subyacente en el argumento, casi subliminalmente, se desdobla hacia un camino bifurcado, de carácter vocacional en el caso interno del protagonista, resuelta inesperadamente con final apolíneo. Y de carácter político, relacionándose con la coyuntura externa donde la acción se desenvuelve.        

T

odo desarrollado con el fondo histórico de las dos transiciones más grandes vividas personalmente como individuo casi en primera línea de fuego. La unión de ciudadanos, pueblos,  regiones y nacionalidades integrantes de Europa, acontecida paralelamente al desmoronamiento del llamado telón de acero. Y el punto inicial del tercer milenio portando la esperanza regenerativa del nuevo siglo XXI para superar errores de antaño.