sábado, 1 de diciembre de 2012

Los Duendes literarios y el Genio creativo.





Desde la oscuridad de la alcoba oigo los coches circulando sobre el pavimento humedecido de la ciudad. Tirana amanece bañada por la lluvia después de una semana viendo a los albaneses conmemorar sus cien años independientes del yugo otomano. En cambio yo, pobre de mí, me despierto abrumado con un sin fin de erecciones, dudando con cuál quedarme. 
 
Bueno siendo condescendiente con la realidad, digamos que además me levanto cargado de pensamientos. También como Ortega creo que si no existiera la realidad no existiría el pensamiento, o tomando prestada una de sus frases celebres, si tener un pensamiento es como tener una erección, ¿cuando tengo muchos seguidos padeceré esa enfermedad llamada priapismo? Pero alejando de mi mente esos entrometidos e insidiosos duendes, ahora recuerdo que debo erguir mi cuerpo abandonando la cama y usar mi genio para escribir la entrada semanal en este blog, referida a la corrección de estilos.
 
Prometo hacerlo pronto, pero antes por alusiones me siento obligado trayendo a colación un entrañable documento de Fernando Savater, como enlace entre ambos temas separados por la fugacidad de un telón, titulado Génesis del Pesimismo Genital, cuya atención reclamo, y donde entre correcciones nos recuerda que el hombre se caracteriza por la posición erecta, pero erección como advirtió Flaubert en su Diccionario de Tópicos, dícese solamente de monumentos públicos. Elevando esta máxima al absurdo llegaríamos a afirmar que solo tienen erecciones las estatuas emplazadas en lugares públicos. Si el final de un autor es permanecer como un Pensador erguido en un parque público, prefiero cambiar los pensamientos por las otras erecciones y dejar a otros que piensen por mí

Como del dicho al hecho hay un largo trecho, y en mi caso prefiero abreviar, enlaza con el blog Miserias Literarias, donde Prometeo hace ya algún tiempo escribía con mucho más conocimiento sobre los correctores de estilo, esos auténticos Duendes literarios escondidos detrás de los Genios creativos, y que tanto preocupan en los foros digitales a los noveles escritores. 

Reconozco mis carencias como escritor, soy autodidacta y seguramente mi genio no alcanzará comparándose con el de los Grandes Pensadores del firmamento literario universal, entonces para que emularlos recurriendo a los duendes. Prefiero dormir el sueño de los justos y seguir teniendo tantas erecciones como necesite mi genio para corregir mi estilo. Sinceramente, alguno de ustedes imagina que hubiera sido de la Historia de la pintura si Picasso hubiera aceptado que alguien corrigiera su estilo.

www.anonimo-onanista.com




2 comentarios:

  1. José, es la primera lectura de un escrito tuyo de mi parte.
    Me agrada cada línea, es un encuentro entre erección literaria y mi excitación lectora. Alguien me decía, hace poco, que yo, debía escribir más femenino, que existía una literatura de mujer y que hacía falta en mis escritos. Olvidé responder a ese alguien que cada escrito mío es el estallar de un orgasmo a veces continuo, después de una apasionada escritura.
    En esta mañana fría, mientras la lluvia baña ruidosamente las tejas de mi casa, recibo el fuego del escritor.
    Mil gracias.

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    1. Es un placer saberse compartido no solo no solo con lo que escribimos, también en la forma en que lo decimos. Gracias Laura, buscaré alguno de tus escritos me interesa mucho conocerlos. Saludos

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